CAPÍTULO PARA LA
PRÁCTICA
Nurieta González Sebastiá
Dibujos: Ramón Gutiérrez Arroba
Puedes hacer la prueba, lector de este
libro. Te advertimos que no va a ser lo mismo que el trabajo en un grupo. En
general, para conocernos a nosotros mismos necesitamos a los demás. Poníamos ejemplos
en los capítulos anteriores en los que algunas personas recibían impresiones de
los demás que corregían las propias. Y las terapeutas proponemos el trabajo, el
ritmo (cuestión importante, cuándo proponer y cuándo no), escogemos aspectos a
trabajar...en función del mejor desarrollo del taller e intentando siempre
cuidar y limitar el trabajo cuando es necesario hacerlo. Pero, aun así, puedes
probar. Te deseamos suerte...
Primer paso: ¿qué cuento te gustaba en
la infancia? Si ya has leído el libro ¿en qué cuento has pensado más veces? En
cualquier caso: escoge un cuento.
Segundo paso: escríbelo. Hazlo con
todo lujo de detalles. Escríbelo tal y como lo recuerdas. Puedes dejarte llevar
en algún pasaje y rellenar el contenido. Al fin y al cabo, es para ti el
trabajo. Lee con atención lo que has escrito.
Tercer paso: escríbelo ahora en
primera persona, como si tú mismo fueras el protagonista de la historia. Érase
una vez...yo.
Cuarto paso: ¿te resuena en algo lo
que has escrito? Anota tanto aquellos aspectos de los que piensas: ¡ah! ¡es
increíble! parece mi historia, como aquellos otros en los que, por el
contrario, te dices: No, esto de ninguna manera es así para mí. Recoge todo eso
por escrito.
Quinto paso: Medita sobre tus
reflexiones. Si tienes mucha confianza con un amigo, cuéntaselo y dile qué le
parece. ¿Él piensa acerca de ti lo mismo?
Sexto paso: Guárdalo para más
adelante, es probable que lo puedas ver de otra manera. Que tu cuento sea como
ahora lo ves y que dentro de unos años haya cambiado. O no....
Y sobre todo no dejes de contar
historias, cuentos de hadas y cuentos actuales a los niños porque los
necesitan... ¡Y tú también!
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